domingo, 14 de septiembre de 2008

Volvió la fiesta a Ate

Dicen que para un clasico no interesa en que posición lleguen los contendores. Aqui lo que importa es que enfrente se va a tener al rival de toda la vida. Este es un partido que se vive de manera especial. En todo campeonato siempre hay un partido que todo jugador quiere jugar y ese el clásico. Universitario y Alianza Lima protagonizaron una nueva edición del partido mas importante del fútbo peruano. El escenario: El estadio Monumental de Ate
El Monumental tuvo que esperar seis años para vivir de nuevo este espectaculo. Tanto Universitario como Alianza lima llegaban en mal momento. Los victorianos luchaban por salir de la zona descenso y Universitario de las últimas posciones del Clausura. Por eso no se dieron tregua cuando saltaron al gramado. Mientras las dos tribunas(Norte y Sur) hacian retumbar las graderias, en las cancha los protagonistas mordian y peleaban cada pelota. La U queria un poco mas con Neyra y Candelo como ejes centrales de la ofensiva y con un Torres que recuperaba con eficiencia y la daba correcta siempre al mejor ubicado. En Alianza Quinteros se sacrificaba haciendo doble labor, pues recuperaba y alimentaba a la ofensiva victoriana que llegaba con un cuarteto que tenia nula ayuda por las bandas. No se podía decir quién terminaria ganando el partido pues la cosa estaba bastante pareja.
El encuentro no solo se disputaba en la cancha, en las tribunas el aliento por cada cuadro era incesante, la fiesta era linda con jugadores y publico entregandose al máximo. Sin embargo, el protagonista principal de la fiesta futbolistica no llegaba: el gol. Tal vez nunca lo hubiera hecho si no es por lo errores defensivos en ambos cuadros. En este encuentro ganó quien se equivocó menos y ese fue Alianza. A los victorianos les pudo costar caro esa salida desesperada de Lidman que sinificó el primero para la U. Los cremas no se supieron armar tras el cambio de Torres y soltaron la marca de Reyes primero y luego de Gonzales Vigil quién empató el partido. Después entre Carmona y Duarte se confudieron, pues ninguno salio a marcar a Aguirre cuando Galvan dejo un hueco atrás por ir a presionar a Quinteros.
La trinchera enmudeció luego del minuto 75 y en Comando Sur todo era canticos y cargadas a la tribuna de enfrente. Los oles que bajaban de sur le daban un toque especial de emoción, pues los cremas, heridos en su amor propio, querian seguir luchando por la pelota, pero el físico les paso factura. Jugaban con un hombre menos desde el primer tiempo y las fuerzas los habian abandonado. Nunca bajaron los brazos pero ahora los chicos de Paez esperaban atrás con su hombre de mas y jugaban al contragolpe. El resultado ya estaba sentenciado en 2-1 para Alianza.
Si el triunfo fue justo o no eso se puede discutir. Alianza finalmente celebró en una fiesta que demoró seis años en armarse. Universitario tendrá que esperar hasta el próximo año para volver a ser anfitrión y esperara que en esa ocasión los tres puntos no se les escapen otra vez.

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